... viene de "Continuidad programática"
Rafael Caldera
Perseverancia política
Caldera va a permanecer activo en la vida política nacional. Después de entregar la primera magistratura se mantiene como líder indiscutido de su partido. En 1983 es nuevamente candidato presidencial, pero pierde frente a Jaime Lusinchi. En noviembre de 1987 es derrotado en las elecciones internas copeyanas por Eduardo Fernández y pasa «a la reserva» hasta 1992 cuando, como Senador vitalicio, ejerce su derecho a palabra en el Congreso, en ocasión del intento de golpe de estado de Chávez Frías: «Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la democracia si ésta no es capaz de darle de comer...». Con estas palabras inicia de nuevo el camino a Miraflores; en 1993 se separa de COPEI para fundar Convergencia. Con un curriculum de más de quince páginas; que incluye la presidencia de la República, un muy amplio trabajo legislativo, diecisiete doctorados honoris causa, veintiún libros publicados y más de sesenta ensayos producto de cuarenta y siete años de actividad política; en 1993 el Dr. Rafael Caldera se presenta por sexta ocasión como candidato a la presidencia de la República. En esta oportunidad debe enfrentar a Claudio Fermín, Oswaldo Álvarez Paz, Andrés Velázquez y seis candidatos más.
Antesala a la incertidumbre (segundo mandato)
El 5 de diciembre de 1993 se realizan las elecciones para el período 1994-1999, el doctor Rafael Caldera obtiene el 30,52 % de los votos; suficiente para ser designado Presidente de la República. Toma posesión el 2 de febrero de 1994.
Gestión de Gobierno
Rafael Caldera asume su segundo mandato en medio de una aguda crisis política, económica y social; que, además, afecta la majestad presidencial, la cual se había visto cuestionada en lo moral en el pasado reciente. Con su gestión supo dignificar la primera magistratura y logró la difícil tarea de devolver la estabilidad al sistema democrático; pero, a pesar de resolver la crisis bancaria, no logra estabilizar los índices macroeconómicos ni atenuar la crisis social que afecta a una población mayoritariamente empobrecida.
Entrega
El 2 de febrero de 1999, en atípica transmisión de mando, el doctor Rafael Caldera no hace entrega de los símbolos del poder a su sucesor, sino al Presidente del Congreso, debido al irreverente juramento que hiciera el presidente electo, Hugo Chávez Frías.
Vida Posterior
La larga carrera política de Caldera se caracteriza por la perseverancia (amén de su soberbia), que lo llevó en dos ocasiones a la presidencia de la República. Con el sancionamiento de la constitución de 1999 pierde su condición de Senador vitalicio, pero se mantiene como baluarte de la democracia en los difíciles tiempos de la Venezuela de principios del tercer milenio; no obstante, debido al debilitamiento de su salud poco después se retira definitivamente de la actividad política. Tras padecer por varios años la enfermedad de Parkinson, a las dos de la mañana del 24 de diciembre de 2009 fallece en la ciudad de Caracas.
"Presidentes Constitucionales de Venezuela", Caracas, 2001